Hace días leí un artículo interesante sobre los actuales rascacielos que se
están construyendo por todo el mundo. Las opiniones son muchas y diversas. Por
un lado, unos defienden estas construcciones bajo la necesidad del crecimiento
en altura en contra del crecimiento en extensión dado su escaso carácter
sostenible. Mientras que por otro lado, este tipo de edificación es muy
criticada debido al impacto visual que genera en el skyline de la ciudad. En
algunos casos, como en Francia, la normativa llega incluso a prohibirlas para
evitar entrar en conflicto con hitos y edificios ya existentes, imágenes de la
ciudad desde hace muchos años, como es el caso de la Torre Eiffel.
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